Juntos Somos Resilientes: colaboración entre Colombia y Guatemala
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En un país de 17 millones de habitantes, donde se calcula que el 75% padece trastornos de ansiedad, sólo hay un psicólogo por cada 10.714 personas. IsraAID Guatemala está trabajando para abordar este problema a través de uno de nuestros métodos probados y comprobados: la formación de trabajadores comunitarios.
“Juntos somos resilientes” es el curso presencial de IsraAID que busca aumentar la capacidad de protección integral y apoyo psicosocial de los trabajadores comunitarios en Guatemala, generando una amplia red de apoyo, en especial a comunidades vulnerables. Sin embargo, esta no fue la primera vez que el curso fue ofrecido. Como coordinadora de Educacion y Proteccion para IsraAID Colombia, llevé el entrenamiento de mi equipo en Colombia a mis compañeros de equipo de IsraAID Guatemala. Tuve el honor de trabajar con Maria Ortiz, quien coordina los programas de protección de IsraAID.
Maria y yo trabajamos juntas para garantizar que el curso fuera relevante a las necesidades nacionales y locales. Nos enfocamos en asegurar que el contexto cultural y humanitario de Guatemala estuviera representado, incluyendo un enfoque en la protección infantil y en la construcción de resiliencia. Treinta oficiales de los sectores de educación, salud y protección participaron en este curso de dos semanas de duración, ellos representaban 15 organizaciones gubernamentales y privadas que proveen servicios sociales a las comunidades.
La colaboración fue clave para el éxito del curso: colaboración entre diferentes misiones de IsraAID, entre diferentes niveles y sectores de los oficiales que participaron y entre personas que tienen diferentes niveles de habilidades. Cada participante en el curso “Juntos Somos Resilientes” compartió estudios de caso, historias y habilidades, estableciendo así una red de apoyo transversal para las personas que trabajan en comunidades vulnerables. Puesto de manera sencilla, la experiencia única de cada participante maximizó el éxito del entrenamiento y el eventual impacto en las comunidades.
Edna Bin Sis, coordinador de un albergue para sobrevivientes de violencia sexual y tráfico de personas indicó que “este curso es de vital importancia para aquellos de nosotros que trabajamos con sobrevivientes, y en especial fortalece mi habilidad para apoyar a mi equipo como coordinador. Las herramientas que recibimos, en especial aquellas de autocuidado y resiliencia, serán muy útiles para todo mi equipo, ayudándonos a continuar proveyendo cuidado de calidad a los sobrevivientes en el albergue”.
“El curso ofreció a profesionales de todos los ámbitos la oportunidad de centrarse en la protección de la infancia, beneficiándose del diálogo entre personas con diversas experiencias de trabajo de apoyo a los niños en situación de riesgo”, afirmó Maria.
Nuestros equipos de protección en Colombia y Guatemala están más fuertes que nunca, como individuos, como equipos y como región. Desde las primeras conversaciones acerca de esta colaboración hemos estado aprendiendo los unos de los otros. Como le dije a mis colegas, la experiencia de aprendizaje en Guatemala ha sido transformativa tanto a nivel personal como profesional. La cultura, las creencias y toda la naturaleza intersectorial de este proyecto ha sido muy enriquecedora. Todo esto lo traje de vuelta a nuestros programas en Colombia. Estoy muy feliz y agradecida por esta oportunidad, de poder contribuir con mi conocimiento, y de haber sido acogida por el equipo de Guatemala. Tengo la certeza de que continuaremos trabajando juntos para fortalecer el sector en toda la región.
Tanto en Colombia como en Guatemala, y esperamos que en el futuro en más países de América Latina y el Caribe, este enfoque interregional nos fortalece a todos.